amor flaco y mojao, como una raspa de pescao
[ sáb abr 30 10:20:14 CEST 2005 ]
intento escribir algo, pero no puedo. Ni siquiera necesito tranquilizantes hoy. Me voy a desayunar a la plaza, que me de el aire y el sol en la cara.
pintar sin ganas, como un autómata.
[ sáb abr 30 11:02:46 CEST 2005 ]
pinto sin ganas, como un autómata. Las horas largas, interminables, en las que cientos de pensamientos revolotean por mi cabeza. Pienso, no hace falta rebuscar, encuentro tantas cosas en las que ocupar la actividad de mi cerebro que facilmente me distraigo y sobrevuelo los senderos trazados que marqué con pasos en la hierba.

no sé qué tengo, sólo a mí mismo como musa. Mi obra, de repente, puede perder el sentido y mi cabeza se va con ella. Tengo que defenderla, pronto. El artista que no tiene musa sólo se inspira en lo que ya ha hecho, sólo sirve seguir con lo que estaba, continuar caminando la senda ya dibujada, en busca de una nueva línea de fuga, nueva inspiración. Mientras, vuelve a escribir las líneas del monólogo esquizofrénico, escrizofrenia porque está lejos, demasiado lejos, ausente, demasiado ausente. Todo tan frío y yo tiritando, pero no viene, ni vendrá, a darme su calor, imposible más que improbable. Yo aguardo sin desespero, tranquilo, su regreso. La conciencia me funciona y me adapto a las circunstancias. A veces quiero desaparecer, otras surge la pasión, las ganas y todo da vueltas, mareado. Pinto, grabo, lijo, arranco, pego, mancho ... me expreso en un discurso cada día más nostálgico ¿y qué le voy a hacer? Dije que no inventaría, no mentir, sinceridad de artista. Lo que pasa es lo que tengo, lo que hay lo expreso sin pelos en la lengua. Sí; un corazón que se monta y se desmonta en pocos segundos, se construye, se destruye, se reconstruye con otra forma, quizá otro color, cuestión de tiempo.
pruebo las delicias que me ofrece en una bandeja; las degusto crudas, frescas, con palillos de bambú. El plato está casi vacío y necesito alimento para un corazón despellejado entre las espinas de un zarzal, colgando blandamente, estirándose por culpa de la gravedad que todo lo atrae hacia sí ¿hacia dónde?. Víscera ensangrentada que huele a pasado, expuesta al picoteo de los cuervos y los mordiscos de los insectos de este bosque. Pronto estará cubierto de moho ¡límpialo!¡sálvalo! no sólo es importante, es también necesario. Tanta vitalidad y fuerza ya desgastada, curtida y casi seca. Lleno de líneas escritas que ya no saben lo que dicen, que son sólo testimonio, camino andado, historia. A partir de mañana las líneas nuevas, renglones llenos de no sé qué, se imprimirán sobre lo ya escrito, tapándolo, sobreponiéndose a ello, levantándose a gatas e incorporándose para recibir una caricia, un beso, un bofetón. Pero debe incorporarse si quiere sonreir a lo nuevo, entender el cambio, aceptar sin pesadumbre, asentir y volver a aprender a percibir, sentir, disfrutar. El cambio no es malo, es, sólo, cambio. Pensar en frío, como el corazón entre las zarzas, frío, latiendo bajo. Pensar sin dejar de sentir, sin dejar de echar de menos y sin miedo. Pensar sin detenerse, siempre adelante, buscando, encontrando a cada paso, sonriendo satisfecho. Amando. Con pasión.
intento escribir algo, pero no puedo. Ni siquiera necesito tranquilizantes hoy. Me voy a desayunar a la plaza, que me de el aire y el sol en la cara.
pintar sin ganas, como un autómata.
[ sáb abr 30 11:02:46 CEST 2005 ]
pinto sin ganas, como un autómata. Las horas largas, interminables, en las que cientos de pensamientos revolotean por mi cabeza. Pienso, no hace falta rebuscar, encuentro tantas cosas en las que ocupar la actividad de mi cerebro que facilmente me distraigo y sobrevuelo los senderos trazados que marqué con pasos en la hierba.

no sé qué tengo, sólo a mí mismo como musa. Mi obra, de repente, puede perder el sentido y mi cabeza se va con ella. Tengo que defenderla, pronto. El artista que no tiene musa sólo se inspira en lo que ya ha hecho, sólo sirve seguir con lo que estaba, continuar caminando la senda ya dibujada, en busca de una nueva línea de fuga, nueva inspiración. Mientras, vuelve a escribir las líneas del monólogo esquizofrénico, escrizofrenia porque está lejos, demasiado lejos, ausente, demasiado ausente. Todo tan frío y yo tiritando, pero no viene, ni vendrá, a darme su calor, imposible más que improbable. Yo aguardo sin desespero, tranquilo, su regreso. La conciencia me funciona y me adapto a las circunstancias. A veces quiero desaparecer, otras surge la pasión, las ganas y todo da vueltas, mareado. Pinto, grabo, lijo, arranco, pego, mancho ... me expreso en un discurso cada día más nostálgico ¿y qué le voy a hacer? Dije que no inventaría, no mentir, sinceridad de artista. Lo que pasa es lo que tengo, lo que hay lo expreso sin pelos en la lengua. Sí; un corazón que se monta y se desmonta en pocos segundos, se construye, se destruye, se reconstruye con otra forma, quizá otro color, cuestión de tiempo.
pruebo las delicias que me ofrece en una bandeja; las degusto crudas, frescas, con palillos de bambú. El plato está casi vacío y necesito alimento para un corazón despellejado entre las espinas de un zarzal, colgando blandamente, estirándose por culpa de la gravedad que todo lo atrae hacia sí ¿hacia dónde?. Víscera ensangrentada que huele a pasado, expuesta al picoteo de los cuervos y los mordiscos de los insectos de este bosque. Pronto estará cubierto de moho ¡límpialo!¡sálvalo! no sólo es importante, es también necesario. Tanta vitalidad y fuerza ya desgastada, curtida y casi seca. Lleno de líneas escritas que ya no saben lo que dicen, que son sólo testimonio, camino andado, historia. A partir de mañana las líneas nuevas, renglones llenos de no sé qué, se imprimirán sobre lo ya escrito, tapándolo, sobreponiéndose a ello, levantándose a gatas e incorporándose para recibir una caricia, un beso, un bofetón. Pero debe incorporarse si quiere sonreir a lo nuevo, entender el cambio, aceptar sin pesadumbre, asentir y volver a aprender a percibir, sentir, disfrutar. El cambio no es malo, es, sólo, cambio. Pensar en frío, como el corazón entre las zarzas, frío, latiendo bajo. Pensar sin dejar de sentir, sin dejar de echar de menos y sin miedo. Pensar sin detenerse, siempre adelante, buscando, encontrando a cada paso, sonriendo satisfecho. Amando. Con pasión.
0 comentarios