resaca mala

La exposición del sábado ... se acabaron los nervios, debería analizarla como un éxito: mucha gente, pocos de los que había invitado yo, muchos que no conocía, cinco cuadros vendidos de los siete posibles para vender. El octavo era una donación. Mónica, genial, pendiente de todo, ayudando como nunca ... realmente me volvió a enamorar y así lo dije, era la mujer de mi vida. Carolina se sonrió cuando se lo dije como diciéndome "me alegro, te la mereces".
Tanto trabajo para llegar al "gran día" y poder terminar diciendo "ha merecido la pena". Dormimos juntos ...

No puedo quitarme de la memoria esa imagen de Mónica delante del cuadro, y mis ganas de quererla más que nunca.

Debo estar contento por el éxito del sábado ...