madrid, de nuevo
otra vez ... hoy, mañana de recorrerse la ciudad entera, de cabo a rabo casi. Comprar material, imprenta, discutir asuntos técnicos para la edición del catálogo de la exposición, hablar con los técnicos y los diseñadores de las competencias de cada uno (¿la filmación y los fotolitos los hacen ellos o los haré yo?), pruebas de color, formato de los documentos a imprimir, etc etc. Y comprobar que tienen ejemplos de impresión que me parezcan competentes. No quiero chapuzas, es mi tarjeta de presentación ... Quiero un catálogo competente, con estilo, delicado, limpio e impactante. Tengo que hacer un mailing a una lista de galerías españolas y extranjeras para sacar adelante "los colchones".
A las 14:00 me entregan las tarjetas. Cumplen, pero nunca es lo mismo unas tarjetas de imprenta serias que unas tarjetas de impresión rápida en un Work Center, pf! De todos modos tengo que rediseñarlas porque hay cosas que no me convencen en absoluto. Las limitaciones de las impresoras con los elementos gráficos ... pero bueno, sirven. Después, comer.
Quiero ir a ver un reloj curioso que haga entender el tiempo de otra manera, hehehe ... Me encantaría poder encontrar un reloj que marcase minutos de 90 segundos o algo así. Un reloj que podía haber sido ideal durante mis dos últimos años en Madrid, cuando los días tenían 48 horas, o 36 ... y dormía 8 después, cuando los días eran largos y daba tiempo a muchas cosas. Otra época.
Anoche, cena en otro japonés, muy bonito, muy bien presentado, pero me gusta más el de siempre. A Monie, también. Pero "el de siempre" estaba de reforma. Una cosa que nunca he entendido es por qué cuando alguien quiere hacer un restaurante más exclusivo, en donde la paz, la tranquilidad y la intimidad pueden ser importantes, y un valor añadido, pasa por alto el hacerlo. Es decir, ¿por qué siguen organizando los espacios en plan casa de comidas rápidas, todos juntos, en un comedor? ¿No sería más interesante dividir los espacio de forma que cada mesa sea independiente, de forma que puedas comer sin tener que ver cómo mastica el de al lado, o sin que te tire la copa de vino encima cuando hace un gesto involuntario? Respuesta: caben menos mesas, el euro es el euro. Conclusión: la comida del otro sitio, "el de siempre", es mejor.
Qué guapísima estaba Monie esta mañana, recién levantada. Buen día, cariño.
A las 14:00 me entregan las tarjetas. Cumplen, pero nunca es lo mismo unas tarjetas de imprenta serias que unas tarjetas de impresión rápida en un Work Center, pf! De todos modos tengo que rediseñarlas porque hay cosas que no me convencen en absoluto. Las limitaciones de las impresoras con los elementos gráficos ... pero bueno, sirven. Después, comer.
Quiero ir a ver un reloj curioso que haga entender el tiempo de otra manera, hehehe ... Me encantaría poder encontrar un reloj que marcase minutos de 90 segundos o algo así. Un reloj que podía haber sido ideal durante mis dos últimos años en Madrid, cuando los días tenían 48 horas, o 36 ... y dormía 8 después, cuando los días eran largos y daba tiempo a muchas cosas. Otra época.
Anoche, cena en otro japonés, muy bonito, muy bien presentado, pero me gusta más el de siempre. A Monie, también. Pero "el de siempre" estaba de reforma. Una cosa que nunca he entendido es por qué cuando alguien quiere hacer un restaurante más exclusivo, en donde la paz, la tranquilidad y la intimidad pueden ser importantes, y un valor añadido, pasa por alto el hacerlo. Es decir, ¿por qué siguen organizando los espacios en plan casa de comidas rápidas, todos juntos, en un comedor? ¿No sería más interesante dividir los espacio de forma que cada mesa sea independiente, de forma que puedas comer sin tener que ver cómo mastica el de al lado, o sin que te tire la copa de vino encima cuando hace un gesto involuntario? Respuesta: caben menos mesas, el euro es el euro. Conclusión: la comida del otro sitio, "el de siempre", es mejor.
Qué guapísima estaba Monie esta mañana, recién levantada. Buen día, cariño.
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