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have I brain today?

usted es libre, ¡invente!

[los cuadros] suelen comenzar de forma muy percusiva, los primeros golpes a la pieza, el reblandecimiento de las carnes, a ritmo de guitarras eléctricas, como espasmos, exageradamente distorsionadas, exageradamente graves, cíclicas, repetitivas, frenéticas. Normalmente tres o cuatro horas, tiempo suficiente para frotar bien por todos los rincones del alma, lugar apropiado para depositar sin demasiado cuidado tu difuso vómito.

después, el descanso, un día, dos quizá. Dar tiempo a que la materia tome presencia y forma, que dialogue con las masas de alrededor, que se establezcan nuevas líneas de fuga, puertas abiertas. Se inicia un diálogo entre obra y autor que se extiende por un tiempo indeterminado, el campo de batalla que permanecerá mientras aún haya un guerrero en pie. Mientras quede un honor sin limpiar la batalla sigue siendo un hervidero. A menudo tenemos que aceptar que las estrategias no son las adecuadas, rectificamos. Es posible que haya que apartarse de ese camino durante un tiempo, tiempo de observar, tiempo de diálogo con las sombras, de pintura mental. Rellena el hueco con otro elemento. Une los lados de las celdas del infinito enrejado de hilos de comunicación, aunque sea informe y deforme.

lo industrial, las voces suaves pero desgarradas que luchan por sobrevivir entre tanto decibelio distorsionado, desarmonizado, que parecen desgarrarse por el dolor, las historias cruentas, lo que empieza despacio y termina orbitando alrededor de mí, las drogas para desayunar ... y el sudor. Lágrimas y luchas ... y al final el sonido de los lentos arpegios amaderados de una guitarra ...

surgen las ideas, que revolotean por todos los lados, con la sensibilidad de la carne sin piel, mordiente ... Flashes, lijas y trapos. El vino que desciende por las gargantas, películas y libros, escribir más ... y mirar, ver, estudiar, presentarlo al mundo. Primeras betas ... hablar, hablar y hablar, descolocadamente, automáticamente retrofeedbacks y avalanchas de ideas. Frecuencias desintonizadas en ráfagas saladas de un aire de atardecer de verano tropical. O el frío gris del invierno en un ático descubierto a tres vientos.

Rage Against The Machine, Deftones, la de los sesenta, años setenta, mi niñez. Algo de punk del más inteligente ... ¡péinate! Las escalas del bajo que se deslizan sinuosas y tiñen todo el ambiente con armónicos misteriosos, aéreos, metálicos. ReVeRbErAcIóN metálica en el fondo de un túnel oscuro. ¡Límpialo todo! Luz ... el blanco aparece, los amarillos y las texturas se definen, la pintura penetra por las marcas en la superficie, traza caminos, a veces deprisa, otras veces en un lento caminar, cubriendo como asegurándose de haberlo hecho, toda la superficie, dejando su sabor, su olor y su esencia.

frotar, descubrir, desvelar sin mucho bombo. Remarcar, incidir, explicar, detallar. Trabajar con los mensajes a diferente nivel, otra capa de abstracción, lenguaje diferente y, claro, armonías diferentes, otro sonido. Literatura a ritmo de rock introspectivo. Hallazgos a golpes de caja y focos de colores, strobes y hielo seco, cantar al mínimo volumen en tono de amenaza. Flangers & WahWahs ...
Espiral cuadrada de risa enferma de lisergia. mirar el techo tumbado en el suelo, la mirada perdida en las manchas del techo como nubes fosilizadas, impresas, escritas. Y a la vez reir, y a la vez llorar.

invitas a la noche y las vistes de andrógino porque nadie la ve y a ella no le importa, es más, lo agradece. Cuando todo es posible y de cualquier rincón puede surgir cualquier otra cosa en un momento que quizá no existe. Cuando el más leve sonido, apenas imperceptible se convierte en mensaje. Jazz y el zumbido de las moscas en los focos del estudio en las noches de verano. Cerveza, mucha cerveza y tabaco al que se le ve cambiar de manos; su home que hace desvanecer el color de las cosas, limpia las formas y difumina las luces, crea ambientes y absorbe los colores. Olor fuerte a humanidad ... y a lo más bajo de ella.

madrugada vistiéndose de violeta, de cobalto, que huele a calor, a esa frescura que se desvanece con el movimiento creciente. Últimos detalles y un pincel más fino, líneas que se redibujan, que aparecen y que ocultan, que juegan con gracia con las que dibujó la textura, ya con otra presencia, otra personalidad.

discurso organizado y razonado el de la noche, sin definición absoluta en nada y con ideas poco claras, manoseado y en algunos lugares relamido: que es lo que le ocurre a un mapa cuando tiene que soportar el escozor de tantas historias y tan desgarradoras. las cicatrices de la historia me lo enseñan.
Pero ese discurso va a ser acallado cada mañana, y cada noche y cada mañana ... y así siempre, como un libro con la paginación desordenada, caótica, pero no por ello falto de interés.

corté la garganta del gallo que quiso cantar
alboradas para celebrar
que la noche se estaba muriendo


y así, día a día, entre murmullos de dolor y desesperación, entre estridencia y mediocridad, vas sobreviviendo, siempre como puedes. Ya no sabes si, una vez terminado todo, lo quieres tener a tu lado [siempre o nunca] porque ya no consigues recordar ni para qué sirven los adverbios. Ni importa ¿sabes?

[dom may 23 10:22:59 CEST 2004]

1 comentario

hybrid -

i agree.
Aun así añadir que en mi caso es a ritmo mecánico, reptitivo e industrializado...
Además no al pintar sino al escribir.
Cuando lo hago recuerdo el manifesto futurista, al igual que lo visualizo mentalmente al ver tus obras, nacho, no tus obras como pintor, tus obras como mente creadora, tus neuronas suenan a ritmo de front 242, tus pensamientos se me aparecen a modo de Der Dritte Raum y como no cuando tus dedos osan exprimir el teclado lo hacen al más puro estilo de la polipoesia.

Mastúbate el cerebro ser idiota y deja hervir tu organismo