No sé por qué
:: pensamientos sueltos de un cerebro re-hecho a retales ::
No sé por qué, pero sé que no encuentro un porqué para no hacerlo. Quizá porque en la última carta me decía que echaba de menos los mails largos y esas cosas. O a lo mejor es porque en estos últimos tiempos me dedico a escribir poco, y menos cosas que sean interesantes siquiera para mí. Quizá estoy demasiado tranquilo, o demasiado harto de sentirme, incluso, ridículo con algunas de las cosas que hago o me pasan. Es posible que sea porque ya estoy demasiado lejos de demasiadas cosas que ya ni me preocupan y necesite hacerlo como si fuera una confesión después de tanto tiempo, algo sincero de verdad. Seguro que es porque, desde luego, no sé a quién contárselo y, si me gusta este correo, lo publicaré en mi web, porque ¿sabes? es donde escribo muchas de las cosas que no sé cómo decírselas a nadie o a quién decírselas.En mi vida, como te puedes dar cuenta, hay demasiados 'quizás', es una vida demasiado inestable como inestable soy yo con las demasiadas cosas que me ocurren en los últimos tiempos.
Ha empezado el 2005 y no sé si va a ser bueno o va a ser malo, no quiero pensar en el resultado final porque sería absurdo. Sé que va a ser especialmente duro. Va a ser el año en el que me juego el todo por el todo, el año en el que puede que se termine un sueño que a veces me cuesta demasiado sostener en el aire. Todas las mañanas me despierto con una ansiedad fuera de lo normal, pensando en dónde puede desembocar todo esto en lo que me he metido. Todas las noches me acuesto y decido que he elegido la mejor opción. Todos los días pienso que existen más posibilidades, pero cada vez que ocurre eso tengo la respuesta ya "cargada", "es una elección para toda la vida, y la has tomado hace ya demasiado tiempo".
Efectivamente, esa decisión la tomé en el año 1987. Y todo lo que ha ocurrido entre ese año y el actual no son más que circunstancias que se han ido dando a lo largo del tiempo. Algunas de ellas no han sido demasiado edificantes, todo sea dicho.
En estos años he aprendido muchísimas cosas, tanto a nivel profesional como sobre mí mismo.
He aprendido a ver, a pensar y a decidir qué me quedo de cada experiencia que me sucede, he aprendido a buscar caminos por los que resolver mis cuestiones más profundamente existenciales y aún no he aprendido a reirme de mí mismo cuando cometo un error (y mira que me lo aconsejaron como algo muy sano), pero estoy aprendiendo muy despacio a hacerlo.
He aprendido a tener en cuenta el arte como algo más de mi personalidad. No como disciplina sino como vivencia. He aprendido a convivir conmigo mismo en las más variadas situaciones, en el sentimiento de la plena libertad y disfrute de la vida, cuando hago imágenes y me siento muy satisfecho con los resultados de mi trabajo, en la más profunda de las decepciones cuando la gente con la que inicié proyectos me dejaron sólo con las deudas, en la más profunda de las depresiones cuando creí que merecía la pena pensar un poco en la formación y educación de los chavales y me dí de frente con la burocracia y la incompetencia de los que anteponían estupideces ante la labor real que debía desempeñar (lo de ahora mismo en los colegios sólo son unas de las primeras consecuencias, acaso las más infantiles de las que son
responsables esos que equivocan la empresa con la vocación y la revisten de sonrisas, actos y demás máscaras que lo único que me demuestran es su incapacidad para trabajar por un futuro que no sea el suyo propio). Yo, ahí, no me siento responsable; sabes cómo me implico y como me puedo llegar a preocupar o alegrar de las cosas que les pasan a "mis chicos". Vale, es una tontería ...
En todos estos años he sentido el cariño y el desengaño, el amor y el desamor, y no he aprendido más que a defenderme de ello, no a controlarlo. He aprendido a estar solo y a disfrutar de la soledad, hasta el punto de buscarla inconscientemente. He aprendido a hacer muchas de las cosas que hago solamente por cuidar de mí mismo, por cuidar mis ilusiones y por sentirme cada día un poco más contento conmigo mismo, un poco más persona y un poco más amigo de mí mismo.
No he conseguido, a juzgar por los resultados hasta ahora, encontrar buenos amigos. Sé que soy de confianza y que no suelo dejar en la estacada a aquella gente en la que creo, pero a cambio sólo me he encontrado intereses personales de la más variada índole, me he sentido utilizado y exprimido, querido a ratos y despreciado por errores insignificantes o por historias que se han originado en cerebros enfermos que han apartado a gente de mi lado por manías personales y frustraciones personales varias. También por celos. De esa gente sí que he aprendido a huir ¿ves? Todos tenemos problemas de ese tipo y no seré yo quien se preocupe por que ellos/ellas los solucionen, yo tengo mi propia batalla personal con eso también y no me sobran "efectivos", sinceramente.
He aprendido a echar en falta y a contenerme las ganas de llamar por teléfono para no molestar ni sentirme molesto allí donde no me quieren tener. He aprendido a echar en falta ... sí, aunque todavía me duelen tantas ausencias. ¿Sabes? De eso tratan mis cuadros actuales ... de eso y de algo más ...
He aprendido a decir no sin tener que gritar ni faltar a nadie y, aunque no siempre sé ponerlo en práctica, cada vez siento que tengo más aciertos en ello.
Ahora, desde hace muchos meses, estoy aprendiendo a controlar mis emociones, mis sentimientos, y a darles una forma. Estoy aprendiendo a sacar lo mejor que tienen dentro y a no avergonzarme por ello. Cuando pueda y me den la oportunidad aprenderé a hacer lazos enormes de color azul y regalaré todos ellos a quien piense que lo merece. Pero tengo que aprender a leer en los ojos de la gente, a saber cuándo son "de ley" y a confiar menos en tópicos como "todo el mundo es bueno", porque lo que voy a regalar no es precisamente algo poco importante.
He comprendido que en este mundo las cosas no son siempre de una sola forma, que 2+2 no siempre son cuatro, que también pueden ser 200-196 o cualquier otra forma de decirlo que no tiene que ser negativa para mí necesariamente. A pesar de eso, todavía no sé aplicarlo con mucha soltura, me hace falta ejercitarme mucho más. He entendido que la gente, muchas veces, es menos interesante de lo que aparentan, y que otras veces es al revés, pero, como dije antes, todavía no sé leer en los ojos de la gente ... así que le doy un poco de tiempo todavía. Y he deducido que el mundo y la vida, nuestras vidas, pueden ser exactamente lo que nosotros queramos que sean, que solamente hay que saber trazar caminos donde nadie se ha atrevido a hacerlo, sacarse de encima todos los lastres que no aportan más que miedos y decidirse por lo que realmente sientes ... Eso me ha hecho conocer, hace año y medio casi, por ejemplo, el amor, muy dentro, aquí dentro.
He sentido, he reído, he llorado, he tenido muchísimo miedo, he tenido buenos pensamientos, y malos, he sudado, he sufrido, he errado, y he sacado conclusiones después. Me he abrazado mil veces a la almohada deseando tantas cosas y me he cansado de esperar en muchas ocasiones; he optado y he acertado, también me he equivocado, pero de todas las cosas, hasta de las derrotas, he sacado algo positivo. Pero sigo sin acordarme de mis sueños ...
He buscado y no he encontrado, aunque a veces pensé que sí lo había hecho. Me he ilusionado por cosas que no dependían de mí, y me he alegrado cuando al final han funcionado. Otras veces sí he encontrado, lo que esperaba o no, y me he dejado sorprender por ello, otras veces me ha pillado de improviso y las cosas me han sorprendido por ellas solas. He soñado despierto y he recorrido caminos que jamás pensé que llegaría a tener delante.
He disfrutado al principio y lo he pasado fatal al término. Me he metido en berenjenales de los que me ha costado horrores salir, pero casi siempre lo he hecho, yo solito. Y me he sentido enormemente fuerte, enormemente íntegro, enormemente enorme. He sentido que el tren de mi vida corría ágil por la vía y que otras veces no podía subir las suaves cuestas arriba que había en el trayecto. Me he perdido y me he encontrado.
Y he encontrado algo, alguien, que ha sido en muchos momentos lo único en lo que me he podido apoyar. Nunca supe si las cosas que pasaron fueron correctamente interpretadas, pero he aprendido a arrepentirme solamente por las cosas que no me he atrevido y quería hacer. En fín que fue alguien importantísima en uno de los momentos más difíciles de mi vida. Dio sentido a muchas cosas que ya lo habían perdido y encarriló un cerebro que estaba totalmente desquiciado, recogiendo del suelo la toalla que posiblemente yo ya había tirado. Me enamoré, casi como un tonto, y le regalé tantas y tantas canciones que me quedé casi sin ellas. Por ella escribí algunas de mis mejores poesías, que la vida me enseñó a escribir. Y la gente no las entendió, las criticaron y dijeron que eran realmente malas, inconexas y esquizofrénicas, egocentristas y negativas, pero a mí me siguen pareciendo las cosas más maravillosas que he escrito nunca.
Por ella sigo llorando cuando escucho algunas canciones y no puedo cantarlas sin que me tiemble la voz, que tampoco he aprendido a educar ... porque así me sirve a mí y, posiblemente, a ella. A pesar de todo, sigo pintando corazones, inútiles, pero ahí están, porque he aprendido a tener paciencia y a saber que muchas veces las consecuencias de lo que hacemos se ven muchos años años más tarde. He aprendido a no tener demasida prisa, pero sigo teniendo que frenar el torrente de ilusiones que aparecen cuando empiezo a soñar mirando por la
ventana tantas y tantas veces.
Pero fíjate, ahora ya estoy aleteando de nuevo y puedo volar, como dicen unos, de flor en flor. Estoy aprendiendo cómo se hace eso, pero todavía me quedo a medias y es fácil dejarme callado y hacer que toda mi timidez me haga ponerme rojo, que desee que la tierra me trague y que salga deprisa de donde esté. Todavía sigo siendo un novato en esas cosas, un "newbie". Y eso era lo que significaba, o lo que quise que significase. Jamás, nadie lo supo ... ¿qué les hubiera importado al resto lo que podía significar? Es mucho más divertido escuchar sus interpretaciones. Es como cuando alguien intenta interpretar un cuadro mío ... pienso, siempre he pensado, que son demasiado personales, que es necesario hablar mucho mucho conmigo y llegarme a conocer bastante para poder darse cuenta de que en el fondo todos esos colchones, esos cojines y esas texturas, esos colores, esas frases, esas manchas y esas composiciones no son más que yo. Es curioso, todavía no he encontrado a una sola persona que le hayan llegado a impresionar. Nadie entiende qué es eso que tiene delante ni hacen el menor esfuerzo por entenderlo ... una vez más, "el verso que le dí al aire se lo comerá la niebla" ... ¡qué bonito!
He aprendido más cosas, sí. A no esperar la aprobación de nadie para hacer las cosas en las que verdaderamente creo, a estar hasta el coño de acabar enfadado con todo el mundo, a dejar de intentar hacer comprender y a creer en mí y casi sólo poner eso como fin de las cosas que hago, aunque tampoco sé hacerlo bien y siempre me gustaría poder manosearlo en compañía. He aprendido a tirar "p'alante", aunque sea cojeando, con heridas en las rodillas de caerme continuamente, porque las heridas solamente se las puede hacer aquel que arriesga, y sólo arriesga aquel que cree que la vida es algo más interesante que un simple "adaptarse". Y que la madrugada sigue siendo el momento más maravilloso del día, el momento en que pones sobre la mesa, agotado, las conclusiones de lo que toda la noche te mantuvo despierto, que no quiero que me la joda nadie, que no quiero dormir, que quiero ver cómo amanece, acurrucado delante de la ventana, o en un sofá mirando el techo, como sea.
Sigo sin creer que soy un poeta, como dijiste un día. Sólo junto lo que me encuentro cada día, le doy mi forma y se lo envío a alguien ... o a nadie. No quiero serlo, de ningún modo, pero tengo que intentar que las formas que hago cada día se parezcan a lo que realmente siento cada noche.
He aprendido a no esperar nada de nada, para no volver a quedar decepcionado más veces. Y eso es lo mejor que he aprendido en todos estos años, y casi siempre lo pongo en práctica, eso sí que sí. Es la única forma de que la vida me de sorpresas y tenga algún sentido. Ahora no quiero perder ese espíritu, ni aquí ni allí, ni de día ni de noche. Todo puede pasar de aquí en adelante ... que pase.
He aprendido a amar mi vida, y ahora quiero aprender a cuidarla como si fuera la de aquella persona que no permitió que lo hiciera. Ahora, ya, por fín, comprendo todo lo que pasó ...
[dedico esto que no es más que sincero, con todo mi cariño, a quien sabe a ciencia cierta por qué lo he hecho.]
3 comentarios
AVIL -
tengo ganas de verte, de tomar cafes y charlar...y que me cuentes.
Coincido con Bego??, quien no vea un artista, y desde mi punto de vista, un poeta, tiene una venda en los ojos.
Begoña -
Jorge -
Sinceramente, por mi parte, me encantan tus pinturas. Tanto unas como otras, y puede que principalmente tus óleos en tablas(porque son los primeros que he visto, probablemente... y han sido los primeros en impactar mi consciencia). Si dices que nadie(o casi nadie) ha pensado ni piensa que sean buenos, aqui el que escribe, no piensa igual que ese todos esos ''nadie''. Me gustan realmente.
Se nota, tanto en tus pinturas como en tus escritos, que de verdad has empezado(desconozco cuanto tiempo atrás) a reencontrarte contigo mismo, con tu Eterna Esencia. Me alegro por ello. Es algo que tan tan pocos intentan, y menos aún, consiguen. Todo será cuestión de tiempo... que la Humanidad(Occidental sobre todo), acabe de salir de los siglos de Oscuridad en los que se ha visto sumida, y que la Luz lo invada todo, en esta Nueva Era.
Un fuerte abrazo, de otro espíritu solitario, aunque aún bajo el manto tóxico y oscuro que habita sobre y en la ciudad de Madrid.
Jorge
''Haz Tu Voluntad, será toda la Ley. Hazla y nadie te dirá nada. El Amor es la Ley, el Amor bajo tu Voluntad''(Liber AL vel legis)
P.D.: la primera vez, sinceramente, que yo recuerde, que visito una página web de la A a la Z, leyendo y observando todo con atención. Y encima, con comentarios... Un placer.