tedio ...
... hoy es martes. Me gustaría quedar para comer y, realmente, no sé para qué más porque no tengo nada nuevo que decir. Trabajo, poco, pero algo trabajo ... seguramente no es lo suficiente para merecerme unas vacaciones. Aunque mi cabeza las necesite ¿me las he ganado? Más bien es una medicina, a finales de la semana la tendré, durante siete o diez días ... si aguanto. Pienso en que no tendría que ir yo solo, no era ese el plan, pero ese es el plan ahora: ya nunca más pensarás en mí.
te soy sincero, ni siquiera sé si me apena eso o si ya lo tengo asumido. Lo superaré, puede, pero esa espina se me quedará, seguramente para toda la vida, clavada en mi alma, porque no termino de comprender aquel abandono. Por alguna razón, aquel día algo de mí murió también, en la puerta del portal de la casa de aquel pueblo, con aquella llamada de teléfono: un sueño, el único que tuve en tanto tiempo, el que me hizo querer vivir una vez. No quiero otra cosa.
te soy sincero, ni siquiera sé si me apena eso o si ya lo tengo asumido. Lo superaré, puede, pero esa espina se me quedará, seguramente para toda la vida, clavada en mi alma, porque no termino de comprender aquel abandono. Por alguna razón, aquel día algo de mí murió también, en la puerta del portal de la casa de aquel pueblo, con aquella llamada de teléfono: un sueño, el único que tuve en tanto tiempo, el que me hizo querer vivir una vez. No quiero otra cosa.
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